Portafolio

“Amigos Imaginarios”, consiste en un ejercicio de introspección y autoanálisis en el que busco entender la necesidad de crear entes amigables pero imaginarios con los que conviví en mi infancia pero que impactaron y siguen impactando mi presente, provocando la necesidad de proyectarlos de manera física para que sean conocidos y reconocidos además de comprendidos para  visibilizar una realidad que vive gran parte de la humanidad en su infancia.

Proyecto fotográfico en el que a través del maquillaje se recrean una selección de piezas artísticas, en la que se incluye, principalmente la obra de mujeres artistas buscando el reconocimiento de su trabajo...

Esta serie de autorretratos fueron inspirados tras varios días de confinamiento donde existían momentos de tranquilidad y diversión, pero de pronto se asomaba un miedo inesperado, las pesadillas y las ganas incontenibles de llorar por el futuro tan inusitado para mi.

En ese momento me encontraba cursando el 4to semestre de la Lic. En Artes Plásticas, como estudiante foránea aislada y retirada de mi ambiente familiar, desconcertada pero con esperanzas de volver a las rutinas habituales, lo que aún no es posible.

Estas piezas representan una oportunidad de observarme a mí misma desde diferentes ángulos y vértices tanto físicos como emocionales, que implica un autoconocimiento y aceptación.

Una casa de muñecas suele ser una aspiración infantil, porque en ellas es posible recrear una vida imaginaria, transformarla en una galería de arte brinda la posibilidad ideal para que convivan las piezas que contienen los mundos fantásticos e íntimos de los artistas participantes, simbólicamente es idónea para darle espacio físico  y emocional a la memoria de la imaginación, ya que representa una especie de retorno a la infancia y a los sueños primeros.